PROGRESA, tiene sentimientos contradictorios con la noticia de la subida del 8% del Salario Mínimo Interprofesional, quedando en 707,6 euros para 2017, sentimientos contradictorios porque siempre nos alegramos de las subidas en el marco económico laboral del conjunto de los trabajadores, pero resultándonos ofensivo lo que supondrá la susodicha subida, una cantidad de 52,4 euros al mes que aunque se trata de la mayor subida del salario mínimo en casi 30 años, dice mucho de a que se nos está acostumbrando a los españoles; nos basta con las migajas, ya que es mejor “eso que nada” y algunos sindicatos y partidos políticos celebran este pírrico incremento. Incluso la Carta Social Europea lo consideramos insuficiente, siendo la subida que ellos proponen para hablar de un SMI el 60% del salario medio. Si algunos no comprende que el SMI es la referencia económica de un montón de prestaciones económicas (como la del desempleo o la de la base mínima de cotización) y es el que marca los mínimos dentro de los salarios de los trabajadores del país, entonces algunos no comprenden que el valor de nuestro país lo está marcando también este referente y la conclusión que se saca por los españoles y por los demás países europeos es que España vale muy poco.
No podemos estar en misa y repicando, no se nos puede hacer “europeos” y tener salarios de países emergentes o casi subdesarrollados y no estamos diciendo que la dignidad del salario se alcance con el SMI de países como Bélgica con 1.501,82 euros, nos bastaría con lo que se cobra en Reino Unido donde su SMI esta en 1.378,87 euros, por no caer en la demagogia y abordar la realidad, nos sería suficiente a día de hoy tener un SMI de 1.100 euros.
Es cierto que como en España, más del 39% de los trabajadores (casi 6 millones), cobran salarios inferiores al SMI, (aunque esta subida sirva para incrementar el salario de estos), no es menos cierto que seguimos, a pesar de oír a nuestra Ministra de Empleo, en un país donde se sigue apostando por crear poco empleo y el que se crea ni tiene calidad, ni tiene retribuciones dignas que den lugar a que las familias se sientan más seguras y puedan consumir, ya que este consumo es el verdadero artífice de la creación de empleo y la subida salarial en muchos casos. Esta ecuación no la inventa PROGRESA, lleva mucho tiempo inventada, pero parece que la dificultad radica en aplicarla.
Desde PROGRESA reivindicamos que de una vez se apueste de verdad por salir de esta crisis, crisis mantenida por muchos grandes empresarios y se apueste por parte de este gobierno y el resto de partidos políticos, que dejen las palabras y pasen a los hechos, siendo el primer ladrillo para esto, la subida del SMI en el valor de 1.100 euros y a partir de ahí en corto medio plazo crezcan los salarios hacia una cuantía digna que haga que este país de “trabajadores pobres”, vuelva a ser “solo de trabajadores”. A esta propuesta reivindicativa si queremos anexar que este incremento de los salarios no puede venir respondida con un incremento del doble de los precios, queremos recuperar el poder adquisitivo, pues este es el valor esencial de la ecuación del salario digno.